Gacetilla

Fenzi South América - El DVH en la Comunidad Europa

25 Marzo 2015

 

Fenzi South América -líder en insumos para DVH, pintura anticorrosiva para espejos y pintura decorativa para vidrios-presenta un estudio conjunto del Comité Permanente de la Industria del Vidrio de la Unión Europea (CPIV) y el Fachinformationszentrum Karlsruhe (FIZ) preparado para la Dirección General de Energía de la Comisión Europea (DG XVII) que cuantificó los beneficios que se obtienen en caso de aplicar un programa acelerado de sustitución de ventanas de 10 años de duración. Este estudio, denominado «Ahorro energético, beneficios medioambientales y de creación de empleo, de gran alcance, derivados del doble acristalamiento y de las tecnologías avanzadas del doble acristalamiento» demostró que, sin un programa acelerado de sustitución, pueden pasar hasta 100 años en algunos países de la UE hasta sustituir las ventanas existentes por las de vidrio doble de alto rendimiento.

El estudio intentó, además, valorar el beneficio sobre el consumo energético y sobre las emisiones de C02, derivado del uso del DVH de altas prestaciones, instalados en edificios ya existentes.

Los edificios con vidrios simples producen una excesiva dispersión de calor, un inútil gasto de energía y la consiguiente emisión de carbonos a la atmósfera. Factores negativos que se podrían erradicar dotando al edificio de un vidrio aislante de baja emisividad y de altas prestaciones, considerando que el 20% de la energía primaria utilizada en la UE se utiliza para la aclimatación de los edificios.

El estudio demostró también que aportaría beneficios a nivel ocupacional: si todos los países de la Unión Europea adoptasen un programa decenal para acelerar la transformación de las ventanas existentes, cabría la posibilidad de crear 110.000 nuevos puestos de trabajo en diez años.

El Consejo de Unión Europea recomienda una mayor transparencia del mercado, nuevos métodos de financiación para promover la inversión dirigida al ahorro energético en el sector de la construcción pública, dotar a los edificios de reciente construcción de un adecuado sistema de aislamiento térmico, y que las autoridades públicas a nivel europeo, nacional y municipal, debían dar el ejemplo en los edificios utilizados por sus estamentos, considerando los aspectos legales sobre medio ambiente y energía.

Si la opinión pública no recibe información sobre la eficacia de los cuidados energéticos, no ha de sorprender que no se adopten las medidas adecuadas. Otro obstáculo puede ser la falta de decisiones financieras racionales y la dificultad de acceso a los recursos económicos indispensables”, menciona el informe.

Para aclimatar un edificio se consume mucha energía y se producen emisiones de C02. Las ventanas tienen una influencia notable en cuanto aíslan de la pérdida de calor y concentran la radiación solar, siendo un útil integrador de los sistemas convencionales de aclimatación. En la Unión Europea la aclimatación de las viviendas constituye uno de los máximos consumos de energía: cerca del 25 % del total.

“La llamada «casa tipo de bajo consumo energético», confrontada con la medía de los edificios modernos, reduce el consumo de energético cerca del 50 % o más. Ha sido estimado que, a largo plazo, se puede conseguir una reducción de cerca del 30 % del consumo energético en los nuevos edificios, simplemente adoptando la tecnología actualmente disponible; un gran ahorro energético obtenido sin grandes inversiones añadidas. Las viviendas construidas adecuadamente aumentarán el confort y la habitabilidad, en cuanto a la instalación de más zonas vidriadas que mejorarán la iluminación del interior y el uso del doble acristalamiento que permitirá utilizar las zonas interiores colindantes a la ventana obteniendo una notable reducción del ruido”, informa.

El informe sostiene que el impacto del uso de un material adecuado sobre la reducción del consumo energético de un edificio puede ser aclarado con dos ejemplos:
• Casa unifamiliar (área habitable: 101 m2, volumen: 380 m3) construida entre 1949 y 1957.
• Casa unifamiliar (área habitable: 158 m2, volumen: 514 m3> construida entre 1969 y 1978.

En Alemania, entre 1950 y 1980, el avance hecho en el campo del material y la tecnología para la construcción se ha traducido en una disminución del valor U de las edificaciones de 1'15 W/m2 k (casa construida en el periodo 1949-57) a 0'59 W/m2 k (casa construida en el periodo 1969-78). Como consecuencia, el consumo de energía destinada a la aclimatación (en GJ por m2 del área habitable) se reduce en un 30%. La distribución de la energía referida a los dos ejemplos se ilustra en los gráficos 4 y 5.


 
Fuente de calor:
• En ambos casos el sistema de aclimatación absorbe más del 60 % anual de la energía necesaria.
• La contribución de la radiación solar (solar gains) pasa de un 18 % en el ejemplo del edificio de 1949-57 al 30 % en el del 1969-78. Esto dependerá de la amplitud de la superficie vidriada.
• No obstante, aunque el área habitable pase de 101 m² de 1949-57, a 158 m² de 1969-78, la necesidad anual de energía para la aclimatación ha sido respectivamente de 144 GJ y 100 GJ.
 
Dispersión del calor:
• En el caso de la construcción del periodo 1949-57, la mayor parte de la energía se pierde a través de los muros externos y el techo, mientras que aproximadamente la mitad es a través de las ventanas.
• En las casas más recientes, la intensidad de la dispersión a través de estos tres elementos (muros externos, techos y ventanas) se ha reducido, suponiendo que estas edificaciones han adoptado el doble acristalamiento. En los edificios de reciente construcción en los que se ha continuado utilizando el vidrio simple, las ventanas siguen siendo las principales responsables de las dispersiones de calor.

De estos resultados se puede concluir que:
• Los materiales modernos para la construcción mejoran la eficacia energética del edilicio.
• Las ventanas tienen una notable influencia sobre la climatización de la vivienda porque ofrecen aislamiento contra la dispersión de calor y concentran los rayos solares integrándolos en la climatización convencional.

Según los resultados de este estudio, se pudo concluir que en Europa, sustituyendo los vidrios de los edificios existentes por dobles acristalamientos o dobles acristalamientos de altas prestaciones, es posible ahorrar cada año más de 800 millones de GJ de energía.

En Europa, se podría evitar cada año de 68 a 94 millones de toneladas de C02 sustituyendo el vidrio de los edificios existentes por dobles acristalamientos o acristalamientos de altas prestaciones.

Estas cifras representan el 12-16 % de las actuales emisiones de C02 asociadas a los edificios y el 2'3-3'2 % de la cantidad total de C02 emitida por la Unión Europea.

Analizando la problemática local, teniendo en cuenta la necesidad de reducir las emisiones de CO2 y  la urgencia de reducir el consumo de energía, resulta imperioso renovar las ventanas obsoletas por otras de alta prestación. Europa ha llevado a cabo numerosos planes para lograr dicho objetivo.

Fenzi South América desea que este estudio sea valorado en la Argentina con el fin de tomar conciencia, donde el panorama de recambio es altísimo, pudiendo obtenerse enormes beneficios.

 Fuente: Informe publicado en la Revista del Vidrio Plano

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